ESCUELAS RURALES
San Martín Tlamapa y Santa Isabel Cholula "el espacio [arquitectónico] es el tercer maestro de los niños" - loris malaguzzi
2018 / En sociedad con; Escobedo soliz / Fotografía Rafael Gamo y Arturo Arrieta
“La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” - Paulo Freire
A raíz del sismo del 19 de septiembre de 2017, las escuelas rurales primarias de las comunidades de Santa Isabel Cholula y San Martín Tlamapa se vieron gravemente dañadas. Los nuevos planteles fueron diseñados con un sistema constructivo innovador utilizando una estructura de acero galvanizado como esqueleto, resistente a sismos de grandes magnitudes. Para sus muros se utilizó un sistema de paneles prefabricados de concreto ligero GRC, para agilizar y facilitar su montaje. Las techumbres al exterior son de lámina galvanizada y cristal laminado en su cúspide, el cual que aporta la luz necesaria para el adecuado funcionamiento de los espacios durante el día. Al interior tenemos como acabados, láminas aisladas térmicamente de triplay de madera y de PVC espumado, aportando un ambiente cálido y luminoso. Todos estos materiales permitieron la construcción en muy poco tiempo y son de muy bajo mantenimiento lo cual tiene beneficios económicos y hará que las escuelas se conserven muy bien en el tiempo.
La relación con el sitio, la orientación, los vientos dominantes, los paisajes, las visuales, la vegetación, la topografía y geometría de los terrenos, fueron aspectos fundamentales del diseño. Existe una transición del exterior al interior de los espacios, a través de amplios pasillos que funcionan como pórticos y articulan el proyecto. Los interiores se relacionan física y visualmente con jardines y plazas que tejen los edificios. La arquitectura propuesta, siendo claramente del siglo XXI, tiene gestos que hacen que se integre al contexto y su arquitectura vernácula, las techumbres resueltas a dos aguas en todos sus espacios ofreciendo en su interior gran amplitud, los colores naranjas y amarillos que recogen el color de la tierra, el diseño de paisaje silvestre y con vegetación nativa, plazas de barro, etc..
Se realizaron estudios bioclimáticos en ambas escuelas para tener el mayor confort posible la mayor parte del tiempo y durante todo el año, de ellos se deriva la elección de materiales, la propuesta de un sistema pasivo de ventilación natural cruzada en los espacios y una iluminación cenital y lateral, que evita al máximo el uso de energía electica durante el día para estos efectos. En los dos planteles se recupera el agua pluvial que cae sobre sus techos, se potabiliza y se usa para las necesidades propias de los mismos. Las aguas negras y grises se tratan y se reutilizan para el riego de las áreas verdes.
Loris Malaguzzi, un gran pedagogo italiano, afirma que “ el espacio es el tercer maestro de los niños” “ el niño es el constructor de su propio conocimiento, el maestro es el mediador y facilitador de la construcción del conocimiento del niño y el espacio arquitectónico, es el promotor y provocador de la construcción de dicho conocimiento, este, provoca y promueve relaciones entre los niños, entre niños y adultos, de los niños con la luz, las sombras, las transparencias, los materiales, la perspectiva, los espacios exteriores, etc..”
Nos entusiasma mucho pensar que éstas escuelas que generosamente fueron donadas por IENOVA y GDI puedan coadyuvar a cambiar personas que cambien al mundo.