Esta casa se ubica en un fraccionamiento al suroeste de la ciudad de México. Por su amplio programa de requerimientos se decidió seccionar la casa en dos grandes cuerpos, generando un espacio central lleno de luz que hace las veces de vestíbulo, a la vez de núcleo distribuidor a todos los espacios de la casa. Este espacio se limitó por medio de un muro curvo simétrico en su trazo que por un lado nos conduce al acceso principal y por el otro continua hasta remarcar un jardín superior, conteniendo el tiro de la chimenea, que forma parte importante de este gran vacío de triple altura, del cual participan dos puentes que se convierten básicamente en las circulaciones del proyecto.

 

El concepto de la fachada que da a la calle fue crear un volumen cerrado con un gran vano vertical que se une con el domo central de la casa. Se realizó con un muro mampara de cantera que contrasta con toda la volumetría, la cual contiene un jardín seco a media altura, del que participan el acceso principal, la estancia familiar y las recamaras de visitas.